Miguel Escalona U., Decano de la Facultad de Recursos Naturales de la Universidad Católica de Temuco, a principios de año asumió el cargo el académico del Departamento de Ciencias Ambientales de la citada Casa de Estudios, trazándose un conjunto de desafíos para el período 2023-2026. Entre ellos, fortalecer la oferta de pregrado y posgrado a través de disciplinas relevantes para la sociedad regional y nacional.
Con fecha 18 de enero del presente año, se confirmó el nombramiento del académico, traiguenino Miguel Antonio Escalona Ulloa, como nuevo Decano de la Facultad de Recursos Naturales de la Universidad Católica de Temuco, cargo que desempeñará por los próximos cuatro años. Su designación se constituye no sólo en un gran hito personal, sino también institucional al tratarse de un ex alumno que ingresó en 1994 a la carrera de Biología en Gestión de Recursos Naturales para luego cultivar una trayectoria académica de 23 años en esta misma Casa de Estudios.
El académico que se ha inclinado por una línea de investigación en el ámbito de la Ecología Política Histórica, se desempeñaba hasta 2022 como académico del Departamento de Ciencias Ambientales de la Universidad Católica de Temuco. Dentro de su experiencia profesional, Miguel Escalona Ulloa es Doctor en Estudios Urbanos de la Pontificia Universidad Católica de Chile (2019), Magíster en Planificación y Gestión Territorial de la Universidad Católica de Temuco (2008), y Licenciado en Recursos Naturales. Sus áreas de interés son la ecología política histórica, geografía política, gobernanza ambiental, planificación y desarrollo regional, entre otros, con más de catorce artículos científicos publicados. Es investigador responsable de un proyecto Fondecyt de iniciación y co-investigador de un Fondecyt Regular, iniciativas financiadas por ANID y que tienen como propósito estudiar las transformaciones territoriales ocurridas en La Araucanía y el Biobio. Además participa en otros proyectos con financiamiento público orientadas a la gobernanza territorial. Ha realizado pasantías de investigación en la Universidad de Virginia, Estados Unidos y recientemente en la Universidad de Bristol, Reino Unido. Cuenta con diversos artículos científicos publicados en Revistas nacionales e internacionales. Además, ha participado como editor y autor de libros de destacadas editoriales del país.
¿Cuándo ingresa a la UCT y por qué opta por la carrera que estudió?
Hasta 1994 la UCT impartía la carrera de Licenciatura en Biología, no obstante se comenzaba a observar una apertura de la Biología hacia las ciencias ambientales. De esa manera, mientras en la Universidad de Chile nacía la carrera de Biología Ambiental; acá, en la UCT, se abría la carrera de Biología en Gestión de Recursos Naturales, a la que me incorporé ese año. A partir de este nuevo enfoque surgieron con los años nuevas carreras, como es el caso de la Ingeniería en Recursos Naturales, Ingeniería Ambiental o Ingeniería en Recursos Hídricos.
¿En qué carreras ejerce la docencia y qué línea de investigación cultiva?
Soy académico del Departamento de Ciencias Ambientales, donde ejerzo la docencia en las carreras de Geografía e Ingeniería en Recursos Naturales, sin perjuicio de la vinculación con otras facultades a partir de la multidisciplinariedad que caracteriza a la educación que debe apuntar hacia mayor excelencia. Y en el área de la investigación mi línea ha sido la ecología histórica, participando en diversas investigaciones de alta pertinencia a la realidad local, destacando recientemente un proyecto de investigación sobre la transformación del paisaje de La Araucanía y también otra iniciativa de vinculación regional en el ámbito de gobernanza territorial de la Cuenca del Río Toltén, el cual tiene como principales objetivos la protección del salmón Chinook a lo largo de este río y la adopción de prácticas más sustentables para proteger el recurso.
¿Cómo define hoy a la Facultad de Recursos Naturales de la UCT?
Es una de las facultades con mayor tradición y cuyo origen se remonta a la década de los 80. A lo largo de estos 35 años, la Facultad ha cultivado carreras de pregrado que buscan la sostenibilidad del territorio y sus recursos naturales , tales como: Ingeniería en Agronomía, Medicina Veterinaria e Ingeniería en Recursos Naturales. En formación de posgrado contamos con el Magister en Ciencias Agropecuarias, el Magister en Planificación y Gestión Territorial (acreditado) y el Magister en Recursos Naturales. A estos se suman dos Doctorados acreditados por la CNA, estos son el Doctorado en Ciencias Agropecuarias y el Doctorado en Planificación Territorial y Sustentabilidad.
¿Qué importancia tiene para la Facultad contar con esta amplia oferta?
Nos permite tener un continuo educativo que está orientado a lo largo de la vida. Hace 30 años atrás un estudiante se titulaba y prácticamente no volvía a la universidad. A partir de los cambios que ha ido experimentando la sociedad actual y a los avances del conocimiento científico, es necesario una formación constante y permanente. Para nuestra Facultad esto es muy relevante, dado que nos permite ser un aporte a las regiones de la zona sur del país, a partir del vinculo que generamos con los y las estudiantes que transitan por nuestras aulas..
¿Cuál es su visión respecto a los desafíos que está enfrentando la actual agricultura?
La crisis climática nos llama a buscar nuevas formas de sostener la vida en el planeta. Hemos visto como los incendios se han ido naturalizando producto del aumento de las temperaturas y los mayores eventos de sequía, lo que ha generado crisis importantes. Las diversas investigaciones señalan que este escenario nos acompañará durante los próximos años. Hay que tener presente que por cada grado que aumenta la temperatura, se incrementarán también en un 7% los niveles de humedad. Esto nos ha llevado a reorientar los desafíos productivos que tenemos en la zona sur, incorporando especies que puedan coexistir en un contexto como éste. A eso debemos sumar también la mayor demanda de proteínas y de mejor calidad, pero claramente con el desafío de lograrlo en sintonía con el entorno que nos rodea. Hay que diversificar la matriz productiva, pero sin dejar de resguardar la naturaleza y sus recursos.
¿Cómo ve en este contexto la realidad productiva de La Araucanía?
Esta región tiene oportunidades inmensas, en especial a partir del desarrollo de la fruticultura que debido al cambio climático ha desembocado en el cultivo de nuevas variedades. Sin embargo, debemos reconocer que el territorio que habitamos es diverso y con una interculturalidad relevante. Es necesario pensar en modelos de desarrollo que nos permitan un trabajo colaborativo con el objeto de transitar hacia un mayor estado de bienestar ambiental. Hoy en diversas partes del mundo se estan implementando acciones orientadas a las transiciones agroecológicas, que reconocen los atributos de la naturaleza, como es el caso de La Araucanía, pero articulados en función a las personas que habitan este territorio. En este sentido, los programas de pregrado y posgrado de nuestra Facultad, se orientan a que los y las estudiantes pueden gestionar el territorio adecuadamente para asegurar un futuro vivible.
¿Cuál es la importancia para la Facultad contar con un núcleo robusto de investigación?
Las universidades tienen varias funciones. Entre ellas, la investigación que será más exitosa en la medida que sea capaz de incidir en el escenario actual para afrontar la crisis ecológica. Para ello, es necesario un trabajo colaborativo a través de núcleos o espacios de convergencia donde se pueda realizar investigación de frontera. Nuestra Facultad cuenta con dos núcleos de investigación que abordan los temas ambientales y el desarrollo productivo regional, en ellos se congregan un número de investigadores importantes que cuentan con proyectos Fondecyt y Fondecf.
Tras los primeros meses de trabajo, el Decano destaca como uno de sus desafíos relevar el quehacer de los académicos de la Facultad. Junto con ello, observa como relevante avanzar hacia un trabajo transdisciplinar, que contribuirá a formar futuros profesionales que sean capaces de abordar los desafíos productivos desde diferentes puntos de vista, evidenciando una formación integral y con una alta pertinencia en las innovaciones tecnológicas para la sustentabilidad territorial.